México, D.F.- El presidente del CEN del PRI, Pedro Joaquín Coldwell, afirmó que a unos cuantos meses de que se lleve a cabo la tercera elección presidencial del siglo, México atraviesa por una severa y compleja crisis propiciada por la incapacidad de los panistas para gobernar, por lo cual el país navega sin rumbo y la estabilidad económica que presume el Gobierno es estéril.
Subrayó que al PRI le corresponde ponerle fin a la pesadilla de dolor, violencia, corrupción y pobreza, que el panismo le ha recetado a México a lo largo de estos años. “Nuestras tareas para el país son las responsabilidades públicas, la política de las causas sociales, la de construir una nueva agenda nacional que ayude a superar los enormes problemas que afectan a los mexicanos”.
Estableció que en tanto la derecha promueve más de lo mismo y la izquierda pasa súbitamente del radicalismo delirante a la “república amorosa”, el PRI, con Enrique Peña Nieto, está del lado del humanismo, de la calidad de vida, de quienes empujan el carro del progreso, de los que tienen la experiencia y la mejor oferta para hombres y mujeres.
En su discurso en la ceremonia conmemorativa del 83 aniversario del PRI, el dirigente nacional aseguró que el régimen de derecha se ha limitado a mantenerlos equilibrios macroeconómicos, y que en la actual década hemos tenido las tasas de crecimiento más bajas en los últimos 70 años.
Además, el desempleo arroja a miles de mexicanos a la economía informal, frustra las expectativas de los jóvenes, y vergonzosamente “tenemos los peores índices de comportamiento económico en el continente”.
El problema, añadió, es que el Gobierno actual ha empobrecido la política y ha centrado su argumentación casi exclusivamente en los temas de delincuencia organizada, “acciones que no terminan de debilitar a las bandas criminales pero sí producen bajas entre civiles inocentes”.
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